Monday, March 9, 2015

La Llorona


Mi juventud fue bordada por el mar y su horizonte. Ahi en la orilla, construyendo castillos o surfeando o mirando el ocaso, siempre sentí el peso profundo del agua casi infinita. Siempre lo he visto como un gran depositario y una fuente de ideas y emociones, y así es como el mar de mis memorias lleva mezclado los sentimientos que ahí encontré. Aveces las lágrimas se comparan con la lluvia, pero para mí son mejor descritas como la espuma del mar--al igual que las lágrimas pueden ser suaves, llevadas por la brisa en una tarde anaranjada, o ásperas, como flechas con puntas de veneno y sal, tiradas por saeteros invisibles. Entonces mientras pienso en el amor y la pena cargadas por la madre perdida (patria?) del México mítico, pienso en los momentos en que siento simultáneamente empequeñecido y soportado por sus olas y su magnitud. Ahí, justo en el medio del ojo enorme del océano, encontré el lugar donde puedo ver las cosas que existen más allá del horizonte--sean lo que sean y si me hacen llorar o reír, sé que aceptare con gratitud a las lágrimas, estas partículas esenciales de un cuerpo azul y del mío.

Al escuchar La Llorona cantada por Chavela me acordé de otra canción llenada de pena y confusión y pérdida; Famous Blue Raincoat por Leonard Cohen. Comparten melodías y notas similares, y los dos cantantes se convierten en un personaje que te envuelve con su voz y sus palabras. Crean un encanto que no para y no es revelado hasta que las últimas notas desvanecen.

No comments:

Post a Comment